En este blog queremos hablaros de Bueño (Gueñu), un pequeño pueblo del concejo asturiano de Ribera de Arriba, dentro de la parroquia de Ferreros. A tan solo 10 kilómetros de Oviedo, esta pequeña localidad conserva la arquitectura típica de las aldeas asturianas, con sus praderías, sus huertas, las viviendas tradicionales y, por supuesto, los hórreos y paneras. Con un total de 38 hórreos y 10 paneras, repartidos a lo largo del pueblo, Bueño es un museo al aire libre donde contemplar este increíble patrimonio etnográfico, y ver su evolución a lo largo de los siglos.
En Asturias se calcula que hay más de 12000 hórreos y paneras, pero debido a la despoblación de las zonas rurales, éstos corren el peligro de desaparecer. Hoy en día, por suerte, se está tratando de revertir esta situación, ya que el turismo rural tiene cada vez más adeptos, lo que supone que sean muchos los que se interesan por conocer, conservar y promover estas construcciones, que forman parte de nuestra cultura, y que constituyen una de las señas de identidad, no solo de Asturias, sino de gran parte del norte de España.
En Bueño han aprovechado esta tendencia, y se han unido a la ardua tarea de mantener vivas estas construcciones, salvándolas del deterioro causado por el paso de los años que, junto con otras iniciativas, ha convertido esta pequeña población en un referente cultural de la zona centro de Asturias.
En este blog vamos a contaros qué ver en Bueño, sus hórreos y paneras, y la oferta cultural de esta pequeña localidad asturiana.
Hórreo, definición y características
Pero antes de iniciar nuestro recorrido por Bueño, vamos a hablar del hórreo, de su origen, tipos y curiosidades. Hórreo significa «granero elevado». Es llamativo como algo en apariencia tan sencillo, ha perdurado a lo largo de los siglos, y no solo en España, sino fuera de nuestras fronteras. La función del hórreo es la de conservar la cosecha, aislándola de la humedad (la temperatura en el interior se mantiene muy estable a lo largo del año) y de los roedores. Para ello, se construían elevándolos del suelo, sostenidos por los pegollos, de manera que el aire corría por debajo y lo aislaba de la humedad. Por otra parte, para evitar el asalto de los temidos roedores y otras alimañas, existían dos barreras infranqueables:
La Muela: era una piedra plana, normalmente de forma circular, que se colocaba sobre el pegollo, sobresaliendo de éste, de forma que los ratones no pueden subir hasta el granero. Se llamaba así porque muchas veces se empleaba la muela de los molinos para esa función.
La escalera: ésta se construía dejando una separación de unos 40 centímetros, entre el último escalón y el hórreo, de manera que los roedores no podían saltar esa distancia.
La estructura del hórreo era de madera, normalmente de castaño o de roble, que eran los árboles que abundaban por la zona. En cuanto al ensamblaje de las diferentes piezas, no se usaban clavos, ya que éstos eran muy caros y escasos, por lo que las uniones se hacían encajando unas partes con otras, o usando clavos de madera.
Otra característica a destacar es que los hórreos eran bienes muebles, es decir, estaban hechos para poder ser desmontados y trasladados a otro lugar. El hórreo siempre estaba situado al lado de una casa, pero en muchas ocasiones, sobre todo antiguamente, los campesinos no eran sus propietarios, sino que la tenían arrendada. De manera que si necesitaban cambiar de residencia, solo tenían que desmontar el hórreo y llevarlo consigo.
Diferencia entre hórreo y panera
El hórreo es un tipo de construcción más antigua. Se caracteriza por ser de forma cuadrada y por tener un tejado a cuatro aguas, en forma de pirámide, que se unen en la parte superior en un moño, que se colocaba para evitar que entrara el agua.
Posteriormente, cuando llega a Asturias el maíz y más tarde la patata, estos graneros se quedaron pequeños, y surgió la necesidad de construir otros de mayor tamaño: las paneras. Éstas son de forma rectangular, y su tejado es también a cuatro aguas, pero tiene dos lados más grandes y otros dos más pequeños, y la parte superior viene rematada por una viga cumbrera y dos moños. No hay que cometer el error de fijarse en el número de pegoyos, ya que algunos hórreos pueden tener más de cuatro, según su tamaño. Lo que diferencia inequívocamente el hórreo y la panera es el número de moños (el hórreo uno, y la panera dos) y la forma (el hórreo cuadrado y la panera rectangular).
Qué ver en Bueño
Como os decíamos al principio de este blog, Bueño es un pequeño pueblo del concejo de Ribera de Arriba, en la parroquia de Ferreros. Cuenta con una población de unos 130 habitantes, y se encuentra a una altitud de unos 120 metros sobre el nivel del mar. En el año 2012 fue galardonado con el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias, otorgado por la Fundación Príncipe de Asturias, destacando la iniciativa y la unidad de los vecinos para la conservación del pueblo tradicional, frente al entorno industrial.
A la entrada del pueblo podemos ver un cartel que nos muestra el Paseo de los Hórreos de Bueño/Gueño, con un mapa indicando la ubicación de cada uno de ellos, así como un diagrama de las diferentes partes de las que consta este tipo de construcciones. Desde aquí iniciamos nuestro recorrido, un pequeño y bonito paseo en el que podremos ir observando los distintos tipos de hórreos y paneras, algunos de los cuales se remontan al siglo XVI.
Un poco más adelante nos encontramos con la Escuela de Niños «Graciano Sela», hoy convertida en centro cultural de Bueño. Las escuelas fueron inauguradas en el año 1918, a iniciativa de este emigrante.
Seguimos caminando y llegamos a una pequeña plaza, donde también hay un aparcamiento, un buen lugar para dejar el coche. En esta plaza hay una escultura de acero, con base de hormigón, obra de Juan Zaratiegui, que es un homenaje al hórreo asturiano, así como un recuerdo al premio como Pueblo Ejemplar de Asturias, concedido a Bueño en 2012.
Justo al lado hay un pequeño parque infantil, y un poco más adelante, un lavadero, bastante bien conservado. También podemos ver un cartel sobre una Exposición de Pintura al Aire Libre.
En Bueño, desde hace diecinueve años, se celebra el Certamen de Pintura Rápida «Hórreos y paisajes», en el que se han llegado a congregar hasta 187 participantes. Con las obras que resultaron galardonadas en el certamen de 2023, se ha hecho una exposición al aire libre, con carteles representando las diferentes obras, repartidos por todo el pueblo.
Pasamos al lado del lavadero y seguimos recorriendo el pueblo, admirando la gran cantidad de hórreos y el buen estado en el que se encuentra la mayoría de ellos. También llama la atención la belleza del paisaje, rodeado de montañas, y las casas típicas asturianas, repartidas por todo el pueblo, con la estructura tan característica de dos plantas, con portal y corredor de madera en la parte superior. Una estampa que nos llena de nostalgia, pero también de esperanza, ya que lugares como Bueño son un claro ejemplo de que no es incompatible el progreso, con la conservación de las zonas rurales, las tradiciones y la cultura asturiana, que pueden convivir en perfecta armonía.
Hórreo más antiguo de Bueño
A lo largo del pueblo de Bueño iremos viendo numerosos paneles que nos informan de los diferentes hórreos y paneras que nos vamos encontrando.
De todos ellos destaca el que se considera que es el hórreo más antiguo de Bueño, y cuyos orígenes se remontarían al siglo XVI, aunque no se sabe con certeza. El motivo por el que se cree que es el más antiguo es por el enorme grosor de sus vigas de madera, que dan muestra de los grandes bosques que había en aquella época.
Una de las características que evidencian su antigüedad, son las esquinas, que están hechas de una pieza única, en lugar de estar ensambladas, como ocurre con otros hórreos más actuales. Para poder conseguir esas enormes piezas de madera, se utilizaba una técnica que pone de manifiesto el ingenio de sus constructores. Gracias a un amable vecino, que nos lo explicó, os contamos brevemente la técnica que empleaban:
La construcción de un hórreo era un proceso que podía durar varios años. Comenzaba preparando los árboles, normalmente castaños, podándolos de manera que crecieran poco a lo alto y mucho a lo ancho. Una vez que alcanzaban la envergadura deseada, se talaban, en una época concreta del año, cuando la sabia estaba más baja en el tronco. Después, los dejaban secar, durante unos quince años, de manera que la sabia fuera saliendo lentamente, y que la madera no estuviera húmeda, con lo que se conseguía un material muy sólido y resistente. De ahí sacaban luego las diferentes partes del hórreo, haciendo las esquinas de una sola pieza, de manera que era casi imposible que se vinieran abajo.
De esta forma se conseguían realizar estas construcciones que han podido perdurar hasta nuestros días, después de varios siglos, y sometidas a todo tipo de inclemencias. El gran enemigo de los hórreos es el agua, ya que si el tejado se encuentra en mal estado y consigue entrar a la estructura, ésta se pudre y el hórreo se viene abajo.
Festival Internacional de Jazz de Bueño
Continuamos nuestro recorrido y llegamos a una bonita plaza, delimitada por unos curiosos «pegoyos» de piedra, que es el lugar donde todos los años, en el mes de julio, se celebra el Festival Internacional de Jazz de Bueño/Gueñu.
Esta curiosa iniciativa surgió hace más de veinte años, fundada por un grupo de aficionados al jazz, con el apoyo de la Asociación Vecinal y del Ayuntamiento de Ribera de Arriba. Desde entonces, han pasado por este festival casi un centenar de artistas del género, provenientes de América, Europa, España y Asturias, ganando cada vez más adeptos, y convirtiendo por unos días a este bonito pueblo en todo un escenario al aire libre. Quizá no es la música que uno se imaginaría escuchar en un lugar como éste, siendo otro de los motivos que hacen tan especial a esta pequeña localidad del centro de Asturias.
Una vez pasada la plaza, nos desviamos a la derecha, siguiendo una estrecha calzada, que nos conduce a la capilla de San Juan de Mata. Sus orígenes se remontan al siglo XVIII, y cuenta con una puerta de arco de medio punto, con sillares de piedra en las esquinas y un pequeño campanario.
Palacio de los Prieto
Llegando al final del pueblo, nos llama la atención un imponente caserón, con fachada de piedra y balcones de madera. Es el Palacio de los Prieto, una casona asturiana, que fue construida por encargo del emigrante Carlos Prieto y Fernández de la Llana, conocido como «el licenciado», que hizo fortuna en Méjico en el siglo pasado. Éste, al igual que muchos otros emigrantes, nunca olvidaron su tierra natal, siendo el benefactor que financió la escollera que protege al pueblo de Bueño de las crecidas del río Nalón. En homenaje a su generosidad, los vecinos han colocado una placa con su nombre a la entrada de la casa.
Central artística de Bueño
Al lado del Palacio de los Prieto, encontramos un enorme portón de madera, que da acceso a la Central Artística de Bueño. Este espacio ha sido creado por el Concejo de Ribera de Arriba como un centro para promover el desarrollo artístico y creativo en el medio rural, ofreciendo un lugar polivalente, para la creación, la innovación y la inclusión social. Una gran iniciativa que seguro traerá más prosperidad y un mejor futuro para la zona.
Centro de interpretación del hórreo
Una vez terminada la visita, nos dirigimos al Centro de Interpretación del Hórreo, situado a medio kilómetro de distancia. Podéis ir dando un breve paseo o, si vais en coche, podéis dejarlo en un parking que hay enfrente, justo al lado del área recreativa El Llosalín, que cuenta con piscina, bar y pista polideportiva.
Una vez aparcado el coche, accedemos al recinto del Centro de Interpretación del Hórreo, una explanada verde donde podemos ver tres estructuras. El edificio central, donde se encuentran las salas de exposiciones y audiovisuales; a la izquierda un contenedor de obra sostenido por una especie de remos; y a la derecha, una preciosa panera.
Inaugurado en el año 2012, este museo cuenta con un equipamiento único en Asturias, que nos permite sumergirnos en el mundo de los hórreos, las paneras y los cabazos, a través de gráficos, salas audiovisuales, juegos interactivos y maquetas, contando siempre con el asesoramiento de un profesional, que nos guiará por esta apasionante tradición.
Nuestra experiencia fue muy grata, ya que pudimos aprender mucho sobre estas increíbles construcciones, tan ligadas a nuestra cultura y tradiciones. Nuestra guía fue muy atenta, amable y didáctica, y nos resolvió todas las dudas, que no eran pocas. Una visita muy recomendable, que sobre todo les encantará a los más pequeños, que tienen la posibilidad de montar una maqueta de un hórreo, lo que les permite conocer mejor sus diferentes piezas y su estructura, en una divertida actividad, ideal para hacer en familia.
Además de explicarnos las diferencias entre los diferentes tipos de graneros elevados, como el hórreo, la panera, o el cabazo, también nos contaron los diferentes usos que le daban a estas construcciones, que no solo se utilizaban para almacenar la cosecha y poder aguantar los largos y duros inviernos, sino que también eran el mejor lugar donde guardar la ropa, los enseres más valiosos, documentos, fotografías e incluso dinero, siendo la mujer de la casa la encargada de custodiar la única llave que daba acceso a este pequeño «tesoro».
También podéis encontrar una muestra de las distintas formas de decorar los hórreos, según la zona, la época y el tipo de construcción. Se realizaban dibujos y tallas en la madera, muchos de ellos con formas redondeadas, rosas hexapétalas, trisqueles y tetrasqueles, e infinidad de motivos. Lástima que hoy en día muchos de ellos hayan desaparecido por el paso del tiempo.
La entrada al Centro de Interpretación del Hórreo es gratuita. Os dejamos aquí el enlace a su página de Facebook, para que consultéis los horarios de apertura y de las visitas guiadas, así como toda la información que vayan subiendo, así como a su página web:
https://www.facebook.com/horreobueno
https://www.ayto-riberadearriba.es/museos-y-patrimonio
Donde comer
Después de hacer un recorrido por el pueblo, y visitar el Centro de Interpretación del Hórreo, puede que se os abra el apetito. Si es así, estáis de suerte, porque en Bueño contáis con un excelente restaurante:
- El Balcón de Bueño. Este restaurante, una vieja casona que se ha reformado con muy buen gusto, combina la comida tradicional asturiana, con un toque más vanguardista, cuidando mucho la materia prima, con productos cuidadosamente seleccionados. Muy recomendable probar el menú degustación. Relación calidad-precio razonable. Bueño, 5 (Tfno. 657884132). Os dejamos también la página web, por si queréis hacer una reserva o consultar su carta: https://elbalcondebueno.com/
Rutas en Bueño
Por último, no queríamos despedir este blog sin hablaros del entorno natural de Bueño, y de las rutas que podéis realizar en los alrededores. Rodeado de montaña y naturaleza, es un buen punto de partida para hacer una buena caminata.
Una de las opciones es alargar un poco más el paseo por el pueblo, dando un pequeño rodeo. Son apenas cinco kilómetros, casi totalmente llanos, que os permitirán conocer los alrededores de Bueño, pasando por el área recreativa El Llosalín. Os dejamos aquí el track de la ruta en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/guenu-bueno-ruta-de-los-horreos-116878572
Si sois más de subir cumbres, también podéis hacer otra sencilla ruta que os llevará hasta Peña Avis. Nosotros la hicimos hace unos años, y aunque la ruta no presenta ninguna dificultad, la parte cercana a la cumbre estaba llena de maleza, que entorpecía mucho la marcha. No sé cómo estará ahora, pero tenedlo en cuenta, por si acaso: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/hormiguita-circular-bueno-pena-avis-asturias-75814971
