Calatañazor es un pequeño pueblo de la provincia de Soria, cuyo nombre vendría del árabe, Qal`at an-Nusur, y que significaría “castillo de los buitres”. Con apenas 50 habitantes, este pueblo conserva gran parte de la arquitectura medieval. Aquí el tiempo no se detiene, sino que parece retroceder ante nuestra mirada atónita. Sus orígenes se remontan a la época visigótica, a la que parecen pertenecer las tumbas antropomorfas que aparecen excavadas en la roca en la base del castillo.
Está incluido dentro de la Red de Pueblos más Bonitos de España, y no es para menos, ya que son muchos los atractivos que ofrece esta pequeña localidad. Además de su arquitectura y su historia, el enclave en el que se erige es de enorme belleza, rodeado de campos verdes, llenos de amapolas. Surge ante nuestros ojos la antigua muralla, en lo alto de un pequeño cerro, en el que destaca la torre del homenaje de su castillo. Una imagen de postal, que tardaremos mucho en olvidar. Calatañazor estuvo fortificada a principios del siglo XII, en la época de Alfonso I el Batallador. En su día contaba con ocho torres de vigilancia, dos puertas y dos portillos, de los que solo se conserva el arco del postigo de la fuente.
En este blog, además de contaros qué ver en Calatañazor, también os queremos proponer una sencilla ruta por los alrededores, para completar la visita y que podáis disfrutar de la belleza de la naturaleza que lo rodea. El pueblo está cercano al Sabinar, por lo que parte del municipio está integrado en la Reserva Natural Sabinar de Calatañazor.
Cómo llegar
Calatañazor está muy próximo a la Autovía del Duero, y a tan solo media hora de Soria. Para llegar al pueblo habría que coger la N-122, la Carretera de Soria-Valladolid.
Os aconsejamos dejar el coche en el aparcamiento situado a las afueras de Calatañazor, situado justo al lado de las ruinas de la Ermita de San Juan Bautista. Desde ahí, hay tan solo 300 metros hasta el pueblo.
Qué ver en Calatañazor
Como os decíamos antes, os recomendamos dejar el coche en el aparcamiento que hay al lado de la Ermita de San Juan Bautista. Es de origen románico, pero por desgracia se encuentra en ruinas, y solo se conservan los muros, el arranque de la espadaña y la portada.
Desde ahí tenemos un breve paseo hasta llegar al pueblo, pero antes, justo al cartel indicador de Calatañazor, se encuentra la Ermita de la Soledad, que es del siglo XII. De este templo románico destacan unos canecillos bajo el alero con animales, cabezas humanas e incluso un personaje tocando un instrumento.
Calle Real
Después de una breve subida, dejando las murallas a nuestra derecha, llegamos a la Calle Real, que es una de las vías principales que recorren Calatañazor. A ambos lados encontramos las típicas casas, hechas con muros de piedra en la parte baja y con adobe y entramado de madera (antiguamente se usaba madera de sabina) en la planta superior. También destacan los soportales, balconadas y escudos blasonados que las adornan. Una estampa que os hará retroceder en el tiempo y un ejemplo de la arquitectura rural de la zona, que se ha conservado casi intacta hasta nuestros días.
Iglesia de Nuestra Señora del Castillo
Siguiendo por la Calle Real, nos encontramos con el templo más importante de Calatañazor, la iglesia de Nuestra Señora del Castillo, que es del siglo XII, de origen románico, aunque con añadidos posteriores entre lo siglos XVI y XVIII. En una de sus fachadas podemos apreciar algunos de los elementos originales, como el arco de medio punto y los capiteles gastados a ambos lados de la puerta, uno de los cuales representa a Sansón con el león. Frente a la iglesia se halla un coqueto museo parroquial con distintas muestras de arco sacro.
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Busto de Almanzor
Paseando por el pueblo, muy cerca de la iglesia, nos encontramos con un busto de Almanzor, único vestigio de la época árabe, pero al que acompaña una leyenda muy famosa que dice: “En Calatañazor perdió Almanzor el tambor”. Se cuenta que en esta localidad, en el año 1002, los árabes, liderados por este caudillo, perdieron una importante batalla contra los cristianos, lo cual decantó la balanza hacia estos últimos, y que Almanzor falleció al poco tiempo en alguna localidad cercana a la que huyó herido. Aunque en realidad no podemos deciros si esta historia tiene algo de cierto, pues ni siquiera se sabe con certeza si existió tal batalla.
Plaza Mayor
Al final de la Calle Real llegamos a la Plaza Mayor de Calatañazor. Ésta tiene una peculiar forma triangular, y en ella podemos ver el Rollo jurisdiccional, una columna tallada en piedra, cuyo origen es del siglo XV, que incida que en esta villa tenían jurisdicción para imponer condenas a los presos, bien la pena capital, o para los casos más leves, exponerlos a vergüenza pública, lo que se conocía como estar en la «picota«. Justo al lado hay una piedra que llaman del Abanico, ya que al parecer es una huella fosilizada de una hoja de palmera.
Otro elemento muy característico de Calatañazor son sus famosas chimeneas de forma cónica, hechas de teja partida, que tenían entre dos y tres metros de altura y de tres a cuatro de diámetro. En el interior estaban hechas de ramas de enebro entrelazadas y unidas con barro. Éstas se situaban encima de las cocinas, que era la parte más importante de la casa, y son típicas de la comarca de Pinares. La verdad es algo que llama mucho la atención, y es una suerte que aún se mantengan en pie este tipo de estructuras, que ponen en valor la gran labor de conservación del patrimonio y la arquitectura típica de la zona, que está llevando a cabo esta localidad.
Castillo de los Padilla
En la parte final del pueblo, muy cerca de la Plaza Mayor, llegamos al Castillo de los Padilla. Éste se levantó dos siglos después de la muerte de Almanzor, en un lugar en el que debió existir un fortín árabe, del que deriva el nombre de la localidad. Del castillo solo permanece en pie parte de la muralla y la torre del homenaje, que se asoma al conocido como Valle de la Sangre. Cuenta la tradición que allí tuvo lugar la famosa batalla entre cristianos y musulmanes durante el verano de 1002, en la que había perdido la vida el gran caudillo, al salir derrotado.
Se puede subir a la torre del homenaje, desde la que hay unas vistas increíbles del pueblo y del valle que se extiende a sus pies. La entrada es gratuita.
Dónde comer
En Calatañazor, a pesar de su pequeño tamaño, hay varios restaurantes, ya que es una localidad muy turística. Nosotros no comimos allí, porque queríamos hacer una pequeña ruta por los alrededores. Eso sí, si vais en temporada alta, os recomendamos reservar con antelación, ya que se llena de visitantes y puede ser difícil encontrar mesa.
Otro consejo es que intentéis visitar Calatañazor fuera de la temporada alta, y sobre todo evitar los fines de semana, porque como os decíamos antes, es un lugar muy turístico, y con tanta gente pierde parte de su encanto, además de que os será muy complicado sacar buenas fotos.
Sabinar de Calatañazor y la Fuentona de Muriel
Como os decíamos al principio de este blog, Calatañazor no es solo uno de los pueblos medievales más bonitos de España, sino que se encuentra en una zona de gran valor paisajístico. Está dentro de la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor, que es uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta. Éste se desarrolla sobre terreno llano, de carácter calcáreo y a 1.000 metros de altitud, y algunos de los ejemplares de esta masa de árboles llegan a alcanzar los 14 metros de altura, más de cinco metros de diámetro y tienen cerca de dos mil años de existencia.
Además, por si esto fuera poco, dentro de este bosque hay otro pequeño tesoro, que es la Fuentona de Muriel. Es un Monumento Natural y está considerada uno de los parajes más bellos de la provincia. También conocida como Ojo de Mar, alberga uno de los acuíferos más profundos de la península. De él nace el río Abión, como una surgencia de aguas subterráneas. Pero otra característica que también lo hace muy especial es que, bajo las aguas transparentes y aparentemente poco profundas, se encuentra un complejísimo sistema de grutas de origen kárstico, principalmente de piedra caliza. Tiene dos galerías y, entre estas, una zona no inundada o campana. Pero lo más llamativo de todo es que aún no se ha podido llegar hasta el fondo, por lo que la Fuentona sigue siendo un misterio, al que no le faltan sus leyendas, que hablan de monstruos marinos que habitan las profundidades. Aunque esto es solo una fantasía, lo cierto es que es un lugar muy peligroso, por lo que está totalmente prohibido el baño.
Nosotros decidimos visitar este increíble lugar, y para llegar a él hay una bonita y sencilla ruta que os queremos proponer. Desde Calatañazor, yendo por la carretera SO-P-5026, se llega a la Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor, y desde ahí, a unos tres kilómetros, llegamos al pueblo de Muriel de la Fuente, del que parte la ruta. El recorrido es por una pista amplia y bastante llana, que comienza a las afueras del pueblo. Unos metros más allá está el primer parking de la Fuentona, donde podréis dejar el coche. Al lado del parking se encuentra la ermita de la Virgen del Valle, desde donde parte una pista y un agradable paseo, de unos tres kilómetros aproximadamente.
Hay un segundo parking un poco más adelante, junto a un puesto de información, que se encuentra a medio camino de la laguna. El resto del paseo es realmente agradable, ya que transcurre por el bosque de sabinas, al lado del río Abión, donde hay varios puentes de madera, y una exuberante vegetación.
Tras el breve paseo, llegamos por fin a la Fuentona de Muriel. No os dejéis engañar por sus aguas tranquilas de color turquesa, que invitan a darse un chapuzón en los calurosos días de verano: en las profundidades esconde galerías casi inaccesibles, en las que habitan seres fantásticos y monstruosos, que esperan agazapados para saltar sobre los incautos bañistas. Fuera de bromas, como os decíamos antes, el baño está totalmente prohibido. Lo que sí está permitido es deleitarse con la belleza del paisaje y sacar cientos de fotos para el recuerdo.
Aunque la ruta es muy sencilla y está perfectamente señalizada, os dejamos aquí un track por si queréis hacerla: https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/ruta-soria-la-fuentona-de-muriel-de-la-fuente-42851479
Nuestro recorrido
- Ermita de San Juan Bautista
- Ermita de la Soledad
- Calle Real
- Iglesia de Nuestra Señora del Castillo
- Plaza Mayor
- Castillo de los Padilla
- Muriel de la Fuente
- Ermita de la Virgen del Valle
- Sabinar de Calatañazor
- Fuentona de Muriel
