Qué ver en Isla de Sal, Cabo Verde

En los últimos años Cabo Verde se ha convertido en un destino muy popular, y es que este país, un archipiélago formado por diez islas de origen volcánico, reúne varios elementos que lo hacen muy atractivo para el visitante. Situado en el Atlántico, frente a las costas de Senegal, Cabo Verde goza de temperaturas caribeñas, con playas de aguas turquesa, ideales para practicar deportes acuáticos, como el submarinismo. En este blog vamos a hablaros de una de las islas que más turistas atrae, que se trata de Isla de Sal.

Aunque se trata de una isla con muy poca vegetación, más bien desértica, cuenta con unas playas de gran belleza, con arrecifes de coral y unas temperaturas muy moderadas, todo ello unido a su increíble mezcla de culturas, la amabilidad de sus gentes y la buena gastronomía, que la convierten en un destino muy apetecible. Cuenta con unos treinta kilómetros de largo y nueve de ancho, por lo que puede recorrerse fácilmente en un día. En la parte sur, es donde se han construido la mayor parte de los hoteles y de los resorts, que se encuentran muy próximos a Santa María, una de las localidades más visitadas de la isla. Aquí el tiempo se detiene, y el ambiente relajado invita al descanso y a la desconexión. Solo tienes que ponerte el traje de baño, crema solar y disfrutar de todo lo que tiene para ofrecerte Isla de Sal.

Vamos a mostraros a continuación qué ver en Isla de Sal, Cabo Verde, y daros algunos consejos y recomendaciones. ¡No os lo perdáis!

Dónde alojarse en Isla de Sal

Como os decíamos anteriormente, hoy vamos a hablaros de Isla de Sal. Allí, la mayor parte de los hoteles y resorts se encuentran en el sur de la isla, muy próximos a Santa María, o en la misma localidad. Hay una gran oferta hotelera, con opciones para todos los gustos, tanto si preferís alojaros en un gran complejo, con todo incluido, o si preferís alquilar un apartamento, para conocer más de cerca la cultura y las gentes de Isla de Sal. Eso sí, os recomendamos reservar con antelación, porque los precios luego se disparan. No es de los destinos más caros, pero conviene tener esto en cuenta, para ahorraros algo de dinero. Nosotros nos alojamos en el Ríu Funana, y la verdad es que nos gustó mucho.

Os dejamos aquí el link por si queréis echarle un vistazo: https://www.riu.com/es/hotel/cabo-verde/isla-de-sal/hotel-riu-funana

Cómo llegar a Isla de Sal

Como os contaremos un poco más adelante, Cabo Verde fue una colonia portuguesa, y aunque hoy en día es un país independiente, sigue estando muy ligada a este país. Por ello, hay vuelos directos todo el año desde Lisboa, a precios razonables, con la compañía Tap Portugal. Esa fue la opción que elegimos nosotros. Os dejamos aquí su página web: https://www.flytap.com/es-es

Desde España hay vuelos directos desde Canarias, con Binter: https://www.bintercanarias.com/es

También salen vuelos directos desde Francia y Bélgica, con TUI Fly y desde Londres, con TUI Airways.

Un poco de historia

Qué saber antes de viajar a Isla de Sal

Cabo Verde es un país muy seguro, con un bajo índice de delincuencia. De hecho, aunque tiene un ejército, éste nunca ha participado en ninguna guerra. Aunque existe una gran inmigración desde Senegal, Isla de Sal es un lugar muy tranquilo, donde podéis moveros con seguridad. Eso sí, os recomendamos contratar un seguro de salud, que incluya los gastos médicos, por si tenéis algún percance. 

Para entrar en el país no se necesita visado (para estancias no superiores a 30 días), basta con llevar el pasaporte, eso sí, con al menos seis meses de validez. Aunque no se exige visado, hay que pagar una tasa de seguridad aeroportuaria para entrar al país, que asciende a unos 30 euros por persona, que podéis pagar en efectivo en el propio aeropuerto. También es necesario hacer un pre registro del viajero a través de la página http://www.ease.gov.cv/ 
Si tenéis cualquier duda, también podéis consultar la página del Ministerio de Asuntos Exteriores: https://www.exteriores.gob.es/Embajadas/praia/es/Comunicacion/Noticias/Paginas/Articulos/20191401.aspx 

La moneda de Cabo Verde es el escudo Caboverdiano (1 euro son unos 110 escudos). Aunque es posible pagar con euros, ya que la mayoría de establecimientos los admiten, no os lo aconsejamos, ya que con el tipo de cambio suele salir más caro que pagando con su moneda, por lo que es recomendable cambiar algo de dinero. Aunque existen casas de cambio, la mejor opción es ir a una sucursal bancaria, donde os cobrarán una pequeña comisión, pero muy inferior a la de esos establecimientos. Otro dato a tener en cuenta es que los cajeros no cuentan con lector NFC, por lo que tendréis que llevar la tarjeta física, si queréis sacar dinero.

Otro consejo importante si viajáis a Isla de Sal es llevar un buen repelente de mosquitos. Aunque se trata de una isla mayormente desértica, con muy poca vegetación, si os vais a alojar en algunos de los resorts situados en el sur, éstos cuentan con muchas zonas verdes y húmedas, que son el lugar ideal para que proliferen estos molestos insectos. Así que si no queréis pasar vuestras vacaciones llenos de picaduras, llevad un buen repelente, y no escatiméis en la cantidad, sobre todo por la noche. En cuanto a las vacunas, en principio no es necesario ponerse ninguna, siempre que no vayáis a viajar al continente. Pero si tenéis cualquier duda al respecto, poneros en contacto con alguno de los centros de vacunación internacional, que podéis consultar en esta página web: https://www.sanidad.gob.es/areas/sanidadExterior/laSaludTambienViaja/centrosVacunacionInternacional/centrosvacu.htm

Aunque Isla de Sal tiene un clima muy estable a lo largo de todo el año, os aconsejamos evitar los meses de verano, porque en esa época es posible que llueva. En cuanto a las temperaturas, éstas son muy moderadas, sin cambios demasiado bruscos, con noches frescas y temperaturas diurnas que no suelen superar los treinta grados.

Qué ver en Isla de Sal

Contrata aquí tu alojamiento con descuento

Ahora vamos a contaros qué ver en Isla de Sal, para que no os perdáis nada y disfrutéis a tope de vuestra estancia. Os recomendamos que contratéis alguno de los tours que se realizan por la isla, que no os llevará más de medio día, en la que podréis recorrer todos los lugares de interés.

Nosotros contratamos un tour desde España, con Nany, un guía local, y fue una experiencia increíble. Gracias a él pudimos conocer de primera mano la historia y cultura de la isla, sus orígenes y curiosidades, todo ello acompañado de su carácter alegre y risueño, y su buen conocimiento del español. Una experiencia muy recomendable. Si queréis hablar con él, os dejamos aquí sus datos de contacto, seguro que no os arrepentiréis:

https://www.instagram.com/samrt_tour_sal?igsh=MXZvOG5qY3k0ODFhdw==

Facebook: smart tour sal

Santa María

Como os decíamos al principio, nosotros nos alojamos en el hotel Ríu Funana, situado en la parte sur de Isla de Sal, donde se encuentran las mejores playas. Desde allí, a tan solo dos kilómetros de distancia, se encuentra Santa María, una preciosa localidad costera, con un ambiente muy animado. Pasear por sus calles, llenas de casas coloridas y murales en las paredes, es todo un placer para los sentidos. Además, cuenta con todas las comodidades, con tiendas, farmacia, centro de salud y una gran variedad de bares y restaurantes.

La playa de Santa María destaca por sus aguas turquesa y su arena blanca, y como se encuentra en un entrante en la isla, es un lugar ideal para darse un baño, ya que apenas tiene oleaje. En esta preciosa playa podemos visitar el Pontao, un pequeño muelle de madera, donde cada día llegan las embarcaciones cargadas de pescado, que limpian y preparan en el propio muelle, para luego ser vendidas por toda la localidad. También hay vendedores de artesanía y de conchas marinas. Un lugar muy animado y lleno de vida. Para llegar al Pontao hay un bonito paseo, con tiendas de ropa y artesanía y vendedores ambulantes.

Otra visita que os recomendamos en Santa María es el mercado municipal, un edificio de grandes dimensiones, donde se vende fruta fresca y otros productos de artesanía. Allí se encuentra también la escuela de turismo, una profesión en alza, ya que es la principal fuente de ingresos de la isla. Frente al mercado hay un bonito paseo, con murales y pinturas en el suelo, ideal para sacar una buena instantánea y llevarse un grato recuerdo de Santa María.

Existe otro mercado, éste al aire libre, donde se vende artesanía y productos de segunda mano. Y, por supuesto, no olvidaros de haceros un foto en las letras de Santa María, situadas en la Plaza Manuel Antonio Martins. Aquí desemboca una de las calles principales de la localidad, la Rúa 1 de Junio, un bonito paseo lleno de tiendas.

Os aconsejamos también visitar Santa María al anochecer, ya que a esa hora se encienden las luces de los bares y restaurantes situados en el paseo de la playa, comienza a sonar la música y es un momento ideal para tomar algo o cenar con unas vistas increíbles de la costa. Los olores que salen de las cocinas abren el apetito, y para bajar la cena, nada mejor que un agradable paseo, disfrutando del ambiente único que se respira en sus calles, lejos del ajetreo de las grandes ciudades, acompañados por el suave murmullo de las olas del mar.

Estanques de sal de Santa María

Situadas a las afueras de Santa María, muy cerca de Kite Beach, una playa donde se practica el kitesurf. Aunque hoy en día ya no se explotan las salinas de Pedra de Lume, ya que el coste de producción es muy elevado, en estos estanques de evaporación de sal situados cerca de Santa María todavía existe cierta actividad, y podemos ver a gente trabajando, en condiciones bastante duras. Si se quiere colaborar, hay pequeños puestos donde podemos comprar una bolsita de sal, por tan solo un euro, y llevarnos un recuerdo de la isla.

4. Bahía de Murdeira y Montaña del León

Situada a medio camino entre Espargos y Santa María, se encuentra la pequeña localidad de Murdeira, situada al lado de la preciosa playa de Beirona, una bahía protegida de las corrientes marinas, ideal para el baño, donde se ha edificado un complejo vacacional. Además, desde la playa se puede ver a lo lejos la montaña del León, llamada así por su similitud con este fiero animal. Aquí ya entra la imaginación de cada uno, aunque sí que parece distinguirse la cabeza vista de perfil. De todas formas, es un buen lugar para hacer una parada y sacar unas cuantas fotos, o aprovechar para darse un buen chapuzón.

Espargos

La capital de Isla de Sal es Espargos, situada al norte de la isla, donde también se encuentra el aeropuerto, Amílcar Cabral. Es también la ciudad más poblada, aunque quizá no tan turística como Santa María. Uno de los mayores atractivos de la capital son los murales que adornan sus calles. Se trata de coloridas pinturas que muestran la forma de vida y las tradiciones de la isla, todo un escaparate de la cultura local.

En Espargos, al igual que en el resto de la isla, las agradables temperaturas invitan a hacer vida en la calle, como los mercados de ropa al aire libre. Otro ejemplo de este estilo de vida son las iglesias, como la del Nazareno, muy coloridas pero de tamaño reducido, ya que suele haber alguna explanada cerca donde tienen lugar las celebraciones religiosas.

Pasear por sus calles y empaparse de la esencia y la cultura caboverdiana es una experiencia única, donde podemos ver la mezcla de diferentes culturas que hacen este país tan especial. En nuestra visita a Espargos nos encontramos con un taller, donde su dueño, Randy, es un famoso artista y pintor, que además ha realizado una gran parte de los murales que se pueden ver en las calles de Santa María. Allí pudimos verlo en acción, pintando uno de sus cuadros, y admirando su gran obra. Os dejamos el contacto de Instagram, por si queréis echarle un vistazo, y conocer mejor su arte y su historia, seguro que os va a encantar: randy_atelier.cv

Antes de irnos de Espargos, nuestro guía, Nany, nos llevó a visitar uno de los barrios más desfavorecidos de la capital. Aunque en Isla de Sal no hay casi desempleo, sigue habiendo una pequeña parte de la población que vive en condiciones más precarias. Existen algunas asociaciones que se encargan de ayudar a las familias, dando de comer a los niños, y asegurándose de que no les falte lo esencial. Si queréis ayudar, podéis hacer alguna donación de comida a dichas asociaciones, pero nunca le deis dinero directamente a los niños, ni comida ni regalos. Esto es algo muy importante para los habitantes de Isla de Sal, y veréis muchos carteles repartidos por la isla, donde se advierte a los turistas de que no se dé nada directamente a los niños, ni se les haga fotografías. Con esta iniciativa, lo que pretenden es que todos vayan a la escuela, y puedan tener un futuro, alejados de la vida en la calle. Otra de las advertencias que podréis ver es la de no hacerse fotos con los animales, sobre todo los monos, que son explotados y mantenidos toda su vida en cautividad. Es importante respetar estas indicaciones, ya que con ello ayudaremos a que Isla de Sal pueda mirar al futuro, y asegurarse un mejor porvenir.

Desierto de Terra Boa

Después de conocer Espargos, nos dirigimos al desierto de Terra Boa, un vasto páramo con muy poca vegetación. Aquí se produce un extraño fenómeno, conocido como Fata Morgana, en el que, situándonos a mitad de camino, podemos ver una especie de mar u océano en la lejanía, pero que se trata en realidad de un espejismo. Este fenómeno, que también ocurre en otros desiertos del planeta y en algunas zonas polares, se origina por una inversión de temperatura en la atmósfera. Aunque, sin entrar en más explicaciones, merece la pena detenerse en este lugar, y disfrutar de las vistas, dejándonos llevar un momento por la imaginación.

Bahía de Buracona y el ojo azul

De vuelta a la costa, en el lado izquierdo de Isla de Sal, nos dirigimos a la Bahía de Buracona, famosa por sus piscinas naturales. Además de un buen lugar para darse un baño, este lugar es famoso por el llamado «Ojo Azul», que se trata de una cueva, de unos dieciocho metros de profundidad, con forma de óculo, en la que los rayos de sol, al entrar en la gruta y posarse sobre el agua del fondo, crean un llamativo color turquesa. Para poder visitarlo hay que pagar una entrada (3 euros) ya que hay que ir acompañados de un guía, que nos indique el mejor lugar desde donde contemplar este fenómeno. Eso sí, no es recomendable llevar a niños pequeños, o personas que sufran de vértigo, porque no hay nada donde sujetarse. Pero la experiencia merece la pena. A la entrada hay una cafetería, donde poder tomaros algo.

Después de contemplar y maravillarnos con el Ojo Azul, nos entró el apetito, y nuestro guía nos llevó a la pequeña localidad de Palmeira, al restaurante Club Palmeirao, donde pudimos degustar varios platos de la cocina tradicional de la isla.

Después de comer nos dirigimos al pequeño puerto pesquero de Palmeira, donde pudimos contemplar la ajetreada actividad de los pescadores, llevando la pesca del día, que era limpiada y preparada en el mismo puerto por los lugareños.

Bahía de los tiburones limón

Ya con el estómago lleno, aún nos quedaba por realizar una de las actividades más «intensas» del día, que era darnos un baño rodeados de tiburones limón. Estos tiburones se llaman así porque tienen una aleta de color amarillo, y se trata de animales en principio pacíficos. Eso sí, los bañistas solo pueden entrar en el agua hasta la altura de las rodillas, acompañados siempre de un guía, donde nadan las crías, ya que los ejemplares adultos, de mayor tamaño, se encuentran más alejados de la orilla. Es necesario llevar un calzado cerrado, ya que el suelo está lleno de piedras, pero si no lo tenéis, os lo pueden facilitar a la entrada. El guía atrae a los tiburones con comida, para que éstos se acerquen, rodeando a los turistas, que tienen prohibido meter la mano en el agua o tocarlos, por razones obvias. La experiencia es bastante intensa, y seguro que os llevaréis algún que otro coletazo, pero si seguís las instrucciones, no correréis ningún peligro.

8. Salinas de Pedra de Lume

Como colofón a nuestra recorrido por Isla de Sal, nos dirigimos a las salinas de Pedra de Lume, situadas en el noreste de la isla, hoy en día abandonadas, pero que tienen una gran importancia histórica, ya que allí comenzó todo, cuando, como os contábamos al principio del blog, se empezaron a explotar estas salinas, que trajeron una gran prosperidad, y dieron lugar a la primera población que se estableció en Isla de Sal. Situadas en el cráter de un volcán extinto, hoy en día aún podemos ver las estructuras que se construyeron para llevar el mineral desde el interior del volcán, hasta la costa, donde esperaban los barcos para transportarlo. Frente a la costa, se construyeron una serie de pequeñas viviendas adosadas, que aún se mantienen en pie, donde vivían los trabajadores. En la parte alta se encontraban las viviendas de los patrones, éstas más lujosas, donde tenían prohibido acceder los obreros, incluso sus hijos no podían mezclarse y jugar con los otros niños, por su distinta clase social.

Aunque las salinas ya no se explotan, hoy en día es posible darse un baño en sus aguas, que, al tener una concentración de sal veintiséis veces superior a la normal, permiten flotar sin esfuerzo, al igual que ocurre con el Mar Muerto. Hay que pagar una entrada para acceder a ellas, pero es una experiencia diferente y muy recomendable. Si no os apetece mucho el baño, como fue nuestro caso, podéis subir a la parte alta del cráter, desde donde se tienen unas vistas increíbles de las salinas.

Por último, visitamos el antiguo puerto, donde se pueden ver algunos barcos y estructuras abandonadas. Una buena forma de terminar nuestra visita por Isla de Sal, en el lugar en el que se originó todo.

Comida típica

La gastronomía en Cabo Verde es una fusión de varias influencias, ya que durante muchos años, en sus islas convivieron los esclavos traídos del continente africano, con los colonos portugueses. Eran dos tipos de comida muy diferente: la de los esclavos, de supervivencia, basada sobre todo en el maíz y el arroz; mientras que la de los portugueses tenía como materias primas el aceite, el vino y la harina de trigo. Con el tiempo, estas dos formas de cocinar se fusionaron, dando lugar a una comida con una gran mezcla de ingredientes, y de formas de preparación, lo cual la convierten en todo un deleite para el paladar. A continuación, os daremos algunos ejemplos de los platos más típicos de este país:

• Feijoada: un plato de origen brasileño, hecho a base de judías pintas y diferentes carnes.
• Cachupa: es el plato nacional por excelencia. Un delicioso guiso hecho a base de maíz, judías pintas o garbanzos, carne o pescado. Se cocina todo a fuego lento, y el resultado es exquisito.
• Caldo de Peixe: un delicioso caldo de pescado, típico de los marineros caboverdianos.
• Langosta: en Cabo Verde el pescado es uno de sus principales manjares, pero la estrella se la lleva la langosta, que se prepara a la parrilla o en salsa, acompañada normalmente de maíz. Un lujo que no está al alcance de todos los bolsillos, aunque nosotros la probamos y no fue tan cara.
• Arroz de marisco: de influencia portuguesa, este plato se cocina con el marisco de temporada, y suele ser caldoso.
• Dulces: como colonia portuguesa, en Cabo Verde son muy golosos, y les encantan los dulces, algunos hechos de papaya o frutas en almíbar. También podéis encontrar unos pasteles muy similares a los famosos pasteis de Lisboa.

Como os decíamos antes, nosotros fuimos a comer a Palmeira, al restaurante Club Palmeirao, donde pudimos degustar la riquísima langosta en salsa, la cachupa y un pescado fresco exquisito. Lo acompañamos de una cerveza del país, y el precio fue muy económico, de unos 20 euros por persona (teniendo en cuenta que comimos langosta).

Otras islas de Cabo Verde

Aunque Isla de Sal es una de las islas más turísticas de Cabo Verde, si disponéis de más tiempo, podéis visitar alguna de las otras islas del archipiélago. Eso sí, no es fácil moverse entre ellas, ya que las distancias son grandes, y el viaje en barco puede durar un día entero. También existe la posibilidad de coger un avión, pero los vuelos son muy caros y no hay mucha oferta, ya que el país tan solo cuenta con un aeropuerto para viajes internos, y muy pocos aviones. De todas formas, si queréis conocer Cabo Verde a fondo, aquí os dejamos las principales islas que podéis visitar:

• Boa Vista: es otra de las islas más turísticas del país, que aunque de gran tamaño, está muy poco poblada. En ella podréis disfrutar de kilómetros de playas paradisiacas, de arenas blancas y aguas turquesa, donde practicar deportes acuáticos, o visitar el desierto de dunas. También es posible avistar ballenas en los meses de invierno, o nadar con tortugas. Al igual que Isla de Sal, hay vuelos directos desde Europa.
• Santo Antao: esta isla, una de las más grande del país, y para muchos la mejor de todas, es un paraíso para los amantes del senderismo, con rutas para todos los niveles. Llena de exuberante vegetación, con valles y montañas, podréis disfrutar de preciosos pueblos, como el de Fontainhas, cuyas vistas desde lo alto son consideradas como unas de las más bonitas del país. Para llegar a ella hay que coger un ferry en la isla vecina de Sao Vicente, en la ciudad de Mindelo.
• Santiago: es la isla más grande del archipiélago, y también la más poblada, donde vive la mitad de los caboverdianos. En ella se encuentra la capital del país, la ciudad costera de Praia, donde podéis disfrutar del casco histórico, lleno de casas coloniales. Esta isla, al ser la más poblada, igual resulta menos atractiva que las demás, ya que se asemeja más a otras ciudades occidentales.
• Fogo: por último, si lo que os gustan son las alturas (y los volcanes) en esta pequeña isla se encuentra el volcán llamado Pico de Fogo, la montaña más alta del país, con 2829 metros sobre el nivel del mar. Aquí también podréis practicar senderismo, o degustar el único vino que se produce en Cabo Verde. Podéis llegar a ella volando desde Isla de Sal o desde Santiago.

Desove de tortugas Caretta

Cabo Verde es el tercer lugar del mundo de anidación más importante de las tortugas Caretta, también llamadas «tortugas bobas» para depositar sus huevos cada año. Con la proliferación de los hoteles y los resorts turísticos, éstas corrían el peligro de desaparecer, pero por suerte hace unos años se habilitaron unas zonas protegidas para el desove, permitiendo su supervivencia. Si vais a visitar Cabo Verde en los meses de julio y agosto, tendréis la oportunidad de ver este increíble espectáculo de la naturaleza. Cada año se acercan a sus costas cientos de tortugas, para desovar en las playas. Una vez en la arena, escogen un lugar protegido por la vegetación, hacen un hoyo y tardan una hora, aproximadamente, en poner unos cien huevos. Luego, tapan el nido y se vuelven al mar. Para poder verlas hay que ir acompañados de un guía, y de noche, que es cuando desovan. También hay que evitar utilizar el flash de la cámara o luces intensas, que las puedan molestar. Es muy importante respetar las normas, ya que de los cien huevos que suele poner cada tortuga, tan solo una de las crías tiene posibilidades de llegar a la edad adulta. Nuestro guía, Nany, que es un gran apasionado de estos animales, nos contó todas estas curiosidades. También nos contó que, una vez que las tortugas alcanzan la edad adulta y pueden reproducirse, acuden al mismo lugar donde nacieron para poner sus huevos, pero los primeros años de vida permanecen dentro del agua, y no tocan la costa. Así que, si también os gustan las tortugas, no podéis perderos esta experiencia.

Bucear en Isla de Sal

Por último, para despedir este blog, queremos hablaros de la gran cantidad de actividades que podéis practicar en Isla de Sal, como el surf, el kitesurf, la tirolina, moto de agua, snorkel, paseo en catamarán, tour en quad por el desierto… y mucho más.

Pero, si sois aficionados, o queréis hacer vuestro bautismo de buceo, Isla de Sal es un lugar ideal para practicar esta actividad. Sus aguas claras ofrecen una gran visibilidad del fondo marino, lo que unido a los arrecifes, y la gran variedad de fauna marina, lo convierten en el lugar perfecto para practicar este deporte. En la zona de los hoteles, al sur de la isla, tenéis el Scuba Caribe – Diving & Water Sports, donde podéis contratar vuestra experiencia, tanto de submarinismo, como de snorkel y mucho más. Os dejamos aquí el enlace a su página web, por si queréis echar un vistazo. ¡A nosotros nos encantó la experiencia! https://www.scubacaribe.com/diving/cape-verde/sal/

Isla de Sal es un destino increíble, que ofrece relax, buenas playas, buena gastronomía, buena música y mucho más. Esperamos haberos ayudado con este blog, y que toméis buena nota si decidís visitar esta preciosa isla, algo que os recomendamos, sin duda alguna. Y no olvidéis hacer caso del lema que lucen las camisetas de fútbol de Cabo Verde, que tienen por cierto un diseño muy chulo: NO STRESS!

Nuestro recorrido

• Santa María
• Salinas de Santa María
• Bahía de Murdeira y Montaña del León
• Espargos
• Desierto de Terra Boa
• Bahía de Buracona y Ojo Azul
• Palmeira
• Shark Bay
• Salinas Pedra de Lume