En este blog queremos a hablaros de que ver en Oviedo, capital del Principado de Asturias. Situada en el corazón verde del norte de España, cuenta con una población de unos 220.000 habitantes y una superficie que supera los 26 km². La ciudad combina el dinamismo de un centro urbano moderno, con la calma que aporta la naturaleza y las montañas que la rodean, especialmente el cercano Monte Naranco.
Pasear por Oviedo es sumergirse en un casco histórico cuidado y peatonal, donde la catedral gótica, los palacios nobles y las plazas llenas de vida crean una atmósfera acogedora y muy asturiana, algo que supieron captar muy bien autores como Clarín. Una ciudad de pequeñas dimensiones, perfecta para recorrer a pie, dejándose sorprender por sus estatuas, su arquitectura y sus bonitos parques. Además, su ubicación estratégica la convierte en un punto de partida ideal para descubrir el resto del Principado.
Oviedo es una mezcla perfecta de historia, cultura y calidad de vida, ideal para quienes buscan un viaje tranquilo y auténtico. Por eso, en este blog vamos a hablaros de los lugares que ver en Oviedo, su historia y curiosidades.

Historia de Oviedo
La historia de Oviedo se remonta al siglo VIII, cuando los monjes Máximo y Fromestano fundaron un pequeño monasterio en una zona entonces aislada y poco poblada. Este acto marcó el inicio de un asentamiento que, con el tiempo, adquiriría gran relevancia en la región.
Con la llegada del rey Fruela I en el siglo IX, la población comenzó a crecer y a consolidarse como un centro político y religioso importante dentro del Reino de Asturias. La ciudad experimentó un notable desarrollo durante el reinado de Alfonso II el Casto, quien promovió la construcción de templos prerrománicos únicos en su estilo y significado. Este período fue considerado el esplendor de Oviedo, consolidando su papel como capital del reino y centro cultural.
A lo largo de los siglos posteriores, Oviedo continuó evolucionando como un núcleo administrativo y cultural, conservando siempre su esencia histórica y su patrimonio arquitectónico. La ciudad ha sabido mantener viva su tradición, reflejada en sus monumentos, calles y costumbres que aún perduran en la actualidad.
Curiosidad: fue Alfonso II quien, tras ser informado de la existencia de la tumba del Santiago Apóstol por el obispo Teodomiro, realizó la primera peregrinación a la localidad gallega, ordenando que se construyera una iglesia en honor al santo, que precedió a la actual Catedral de Santiago de Compostela. Tras este hallazgo, la existencia de la tumba se difunde por toda Europa, comenzando las peregrinaciones, que han perdurado hasta el día de hoy.

Que ver en Oviedo
Oviedo es una ciudad que combina historia, cultura y naturaleza en un entorno único. En este blog queremos guiaros a través de los lugares imprescindibles que no podéis perderos durante vuestra visita, ofreciendo una visión completa de lo que hace a esta ciudad asturiana un destino incomparable para viajeros que buscan autenticidad y tradición. Preparar vuestros sentidos para recorrer calles llenas de historia, admirar monumentos emblemáticos y disfrutar de la calidez que caracteriza a Oviedo en cada rincón.

1. Que ver en Oviedo: casco histórico
Para empezar nuestro recorrido por Oviedo, nos dirigimos al casco histórico, que conserva un trazado medieval que se recorre a pie con facilidad, combinando calles estrechas, plazas recogidas y monumentos emblemáticos que narran más de mil años de historia. A continuación, vamos a mostraros algunos de los lugares más importantes que visitar:

Catedral de San Salvador
Comenzamos la visita en la Plaza de Alfonso II el Casto, donde se encuentra la Catedral de Oviedo, conocida como San Salvador, uno de los tesoros monumentales de Asturias. Su origen se remonta al siglo IX, aunque el edificio actual es principalmente gótico, con una imponente torre del siglo XVI de ochenta metros de altura, que domina el casco histórico, todo un símbolo de la ciudad.
En su interior guarda joyas excepcionales, como la Cámara Santa, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que custodia reliquias de enorme valor, como las Cruces de la Victoria y de los Ángeles o el Arca Santa, donde se encuentra el Santo Sudario. El templo combina capillas renacentistas, retablos barrocos y un ambiente solemne que refleja siglos de historia vinculados al antiguo Camino Primitivo de Santiago.
El interior de la catedral puede visitarse de forma gratuita, pero para acceder a la torre, a la Cámara Santa o al Claustro, hay que pagar una entrada. Os dejamos aquí la información sobre precios y horarios de visita: https://catedraldeoviedo.com/visita-cultural/tarifas/



Curiosidad: los peregrinos que realizaban el camino francés para visitar Santiago de Compostela, sabiendo de la existencia de las reliquias existentes en la iglesia de San Salvador de Oviedo, a menudo se desviaban de su ruta, a la altura de León, para hacer una parada en esta ciudad. Algunos terminaban ahí su peregrinación y otros continuaban hasta Santiago. De ahí surge la ruta de San Salvador, que une la catedral de León con la de Oviedo y un famoso dicho popular: «Quien va a Santiago y no a Salvador, visita al criado y olvida al señor«.

Plaza de Feijoo y Corrada del Obispo
Justo detrás de la Catedral, llegamos a la Plaza de Feijoo, un pequeño rincón cargado de historia. Fue bautizada con este nombre en 1869, como homenaje al pensador y religioso benedictino Benito Jerónimo Feijoo, cuya estatua preside el centro del espacio. En ella también se encuentra el Monasterio de San Vicente, que hoy en día alberga el Museo Arqueológico de Asturias. Al otro lado de la plaza, podemos ver la Iglesia de Santa María de la Corte, que formaba parte del mismo. Su fachada, de estilo clasicista, es muy sobria, albergando en el interior los restos de Feijoo.



Muy cerca de la Plaza de Feijoo, podemos visitar otra plaza emblemática, la Corrada del Obispo, llamada así porque era un espacio abierto que había delante de la residencia episcopal que allí existía. Alrededor de esta plaza podemos ver la fachada barroca del claustro de la catedral, el Palacio Episcopal de Oviedo y la Casa del Deán, que hoy en día acoge el Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner.



Plaza del Paraguas y Trascorrales
Otra de las plazas míticas del casco histórico de Oviedo es la Plaza del Paraguas, situada en la Calle San Isidoro, donde antiguamente se encontraba la iglesia del mismo nombre. Aquí existió un mercado para la venta de leche, construyéndose una gran cubierta con forma de paraguas, para cobijar a los vendedores. Los domingos es tradición bailar la danza prima alrededor de la plaza.


Seguimos recorriendo el casco antiguo y llegamos a la Plaza Trascorrales. Aquí tenía lugar el mercado de la leche, antes de trasladarlo a la plaza del paraguas. Dentro de la plaza podemos ver la estatua de «La Lechera», que representa a una vendedora de leche, acompañada de su burra, cargada de cántaros. Es por esto que la plaza se conoce popularmente como «la plaza de la burra». Aquí también se encuentra el edificio que albergó el mercado de pescado, el primer mercado moderno cubierto de Asturias.

Ayuntamiento e Iglesia de San Isidoro
Seguimos paseando por la calle Cimadevilla, una de las principales calles del Oviedo antiguo, por la que entraban viajeros, peregrinos y comerciantes, hoy convertida en un lugar muy animado, con bares, restaurantes y pequeños comercios. Desde allí, atravesando un arco, llegamos a la Plaza de la Constitución, donde se encuentra el Ayuntamiento de Oviedo.
Este edificio, diseñado por el arquitecto Juan de Naveda, fue construido en el siglo XVII sobre los restos de la antigua muralla de la ciudad. Cuenta con dos alas porticadas con arcos de medio punto y balcones separados por molduras y pilastras. En el centro se se encuentra el Balcón de Honor, testigo de muchos eventos y celebraciones en la capital asturiana.


En la misma plaza podemos ver la Iglesia de San Isidoro, construida en el siglo XVI sobre una antigua iglesia románica y declarada Bien de Interés Cultural. Dedicada anteriormente a San Matías, formaba parte del complejo jesuítico construido en el siglo XVI, siguiendo el esquema constructivo de la Compañía de Jesús.

Plaza del Fontán y mercado
Dentro del casco histórico de Oviedo, la Plaza del Fontán es una de las más bonitas, una plaza rectangular porticada, rodeada de casas coloridas con balcones y flores en las ventanas, formando un conjunto que nos hace retroceder en el tiempo. Su nombre se debe a que fue construida sobre una antigua laguna, que se mandó secar por motivos de salubridad. Además del mercado, también fue utilizada como corral de comedias. Hoy en día es un espacio muy animado, rodeado de sidrerías y pequeños comercios.

En las calles aledañas se instala un mercadillo los jueves, sábados y domingos. También existe un mercado cubierto, llamado «El Fontán», diseñado por Javier Aguirre en 1882, que ocupa el lugar donde antes se encontraba el Colegio jesuita de San Matías. En su interior podemos encontrar productos frescos, carnes, pescado, quesos y verduras de la huerta asturiana. El edificio está incluido en el catálogo de inmuebles protegidos por el Ayuntamiento de Oviedo.


Plaza Porlier y Universidad de Oviedo
Otra plaza muy popular el la Plaza Porlier, rodeada de bares y terrazas, donde los ovetenses se reúnen los fines de semana para tomar el «vermut». Su historia se remonta a la época medieval, cuando Oviedo era una importante parada en el Camino de Santiago, y lleva el nombre de una importante familia propietaria de varios edificios situados a su alrededor.
En ella destaca la estatua de Eduardo Úrculo, llamada «El regreso de Williams B. Arrensberg» y conocida popularmente como «el viajero». A su alrededor se encuentran varios edificios importantes, como el Palacio de Campo Sagrado y la Casa Rúa.


Paseando por la Calle San Francisco llegamos a la Universidad de Oviedo, fundada por el obispo Fernando de Valdés-Salas a principios del siglo XVII, siendo una de las instituciones académicas más antiguas de España. El edificio se organiza alrededor de un elegante claustro de piedra con arcos de medio punto y luminosas galerías, en cuyo centro se encuentra una estatua de su fundador. Destaca por su sobria fachada y por la torre, añadida posteriormente, hoy en día convertida en reloj, que fue utilizada como campanario y observatorio astronómico.


2. Que ver en Oviedo: centro de la ciudad
Pero Oviedo no es solo su casco histórico. Es una ciudad señorial, que cuenta con edificios modernistas, plazas, palacetes y una gran cantidad de estatuas, repartidas por el casco urbano, siendo una de las más peculiares y fotografiadas, la dedicada al famoso director de cine Woody Allen.

A continuación, vamos a mostraros algunos de los lugares más importantes.
Plaza de la Escandalera y Teatro Campoamor
Saliendo del casco antiguo por la calle San Francisco, llegamos a la Plaza de la Escandalera, uno de los lugares más concurridos de la ciudad y punto de encuentro de muchos ovetenses. La plaza surgió a finales del siglo XIX como espacio de transición entre el casco histórico y los nuevos ensanches burgueses, rodeada de edificios emblemáticos y concebida como antesala del Campo San Francisco.
Su nombre procede de las “escandaleras”, por las discusiones y polémicas que tuvieron lugar entre el ayuntamiento, la prensa y los ciudadanos, en torno a la alineación de la primera casa construida en una de sus esquinas. También se la conoce popularmente como la plaza de «la gorda», por la estatua de «la maternidad» de Botero, situada en ella, en la que puede verse una mujer de grandes dimensiones, sentada con su bebé en el regazo.


Al lado de la Plaza de la Escandalera, se encuentra el Teatro Campoamor. Inaugurado en 1892, nació para dotar a la ciudad de un gran escenario acorde con su creciente vida cultural. Su proyecto, de estilo ecléctico con influencias neoclásicas, combina una fachada elegante con un interior en forma de herradura, típico de los teatros líricos europeos. A lo largo del siglo XX se consolidó como el principal templo ovetense de la ópera, acogiendo temporadas regulares, estrenos y figuras internacionales. Desde 1981 es también sede de la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias.


Calle Uría y Campo San Francisco
La calle Uría es la principal arteria comercial de Oviedo. Nació a finales del siglo XIX, dentro del plan de expansión burguesa, que buscaba conectar la estación de ferrocarril con el centro histórico. Trazada en línea recta y con una amplitud inédita para la época, tomó su nombre del político y jurista ovetense José Francisco Uría.
Pronto se llenó de edificios modernistas y comercios elegantes, convirtiéndose en símbolo del Oviedo moderno y de su apertura hacia nuevas formas de vida urbana. Hoy en día es un espacio lleno de tiendas y cafeterías, un lugar marcado por el bullicioso ir y venir de los ciudadanos, dedicado al ocio y al comercio.

En uno de los extremos de la Calle Uría, enfrente de la Plaza de la Escandalera, podemos disfrutar del principal pulmón verde de la ciudad, el Campo San Francisco. Éste tiene su origen en las huertas y terrenos pertenecientes al antiguo convento franciscano fundado en la Edad Media. Tras la desamortización del siglo XIX, el espacio pasó a manos municipales, transformándose gradualmente en parque público. Sus avenidas arboladas, estanques y rincones románticos reflejan el gusto paisajista de la época.
Hoy en día se ha convertido en un lugar perfecto para pasear, llevar a los niños o disfrutar de la naturaleza, transformándose en los días de fiesta en el centro de las celebraciones. Cuenta con numerosas esculturas, siendo una de las más populares la de Mafalda.




3. Que ver en Oviedo: monumentos prerrománicos
Pero si hay algo en lo que destaca Oviedo, es en su importante patrimonio prerrománico, con monumentos religiosos y civiles, que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un legado del que la ciudad se siente orgullosa, y que os describimos a continuación.
Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo
Santa María del Naranco, situada en las laderas del monte Naranco, es una de las joyas más excepcionales del arte prerrománico asturiano. Construida en el año 848 durante el reinado de Ramiro I, no nació como iglesia, sino como aula regia o palacio de recepciones del complejo palaciego real. Su arquitectura, de líneas sobrias y elegantes, destaca por la armonía de sus proporciones, las bóvedas de cañón sostenidas por arcos fajones y las bellas galerías abiertas con vistas al valle. En siglos posteriores fue consagrada como templo, lo que favoreció su conservación. Declarada Patrimonio de la Humanidad, es un icono de la identidad histórica de Oviedo.

A unos doscientos cincuenta metros de Santa María del Naranco, se encuentra la iglesia de San Miguel de Lillo, otro monumento declarado Patrimonio de la Humanidad. Erigida también en tiempos de Ramiro I, como parte del conjunto palaciego del Naranco, fue originalmente una iglesia más amplia, aunque un derrumbe medieval dejó en pie solo el tercio occidental. Su arquitectura prerrománica destaca por gruesos muros y bellas celosías de piedra en las ventanas. Conserva inscripciones y relieves únicos que revelan la sofisticación artística del reino asturiano.

San Julián de los Prados y fuente de Foncalada
Oviedo cuenta, además de las iglesias del conjunto palaciego del Naranco, con otros monumentos prerrománicos, como la iglesia de San Julián de los Prados, o iglesia de Santullano. Situada a la afueras de la ciudad, al lado del parque del mismo nombre, es uno de los templos prerrománicos más importantes de España y el mayor de la monarquía asturiana. Fue construido a comienzos del siglo IX durante el reinado de Alfonso II. Su planta basilical, amplia y luminosa, destaca por la extraordinaria calidad de sus pinturas murales, siendo unas de las más extensas y mejor conservadas del arte altomedieval europeo.


No podemos olvidarnos de la fuente medieval de Foncalada, el único edificio civil conservado dentro del arte prerrománico de Asturias. Aunque su origen es incierto, se cree que fue construida por orden de Alfonso III, a finales del siglo IX, aunque también se especula con su posible origen romano. Esta fuente de agua potable captaba el agua directamente de un manantial que, a partir de un pequeño canal, iba a desembocar en un estanque delantero.
Cuenta con una pequeña edificación en forma de edículo, formada por sillares cuadrados, que en la parte superior de la fachada oriental, tiene tallado un símbolo de la cruz. En siglos posteriores fue usada también como lavadero público, y en la actualidad ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


4. Que ver en Oviedo: monte Naranco y Sagrado Corazón de Jesús
Situado a tres kilómetros de la capital asturiana, el monte Naranco, es una sierra que forma un arco de unos seis kilómetros, en cuya falda meridional se encuentra la ciudad de Oviedo, a la que parece proteger desde lo alto. Fue campamento militar romano, residencia real y puesto de combate, pero hoy en día es un excelente mirador sobre la ciudad, y un lugar muy frecuentado por los ovetenses para caminar, andar en bici o disfrutar de la naturaleza.

Su cumbre más alta es el pico el Paisano, situado a 634 metros de altura. Allí se encuentra el imponente monumento del Sagrado Corazón de Jesús, diseñado por García Lomas y construido en piedra, con treinta metros de altura. Está situado sobre una base de cinco metros, con la Cruz de la Victoria. Para sufragar las obras, que comenzaron en 1963 y finalizaron en 1981, se realizó una colecta popular. Hoy en día es todo un símbolo de Oviedo, visible desde muchas partes de la ciudad.

Gastronomía
La gastronomía de Oviedo es un auténtico homenaje a la tradición asturiana. La ciudad destaca por sus sidrerías, donde la sidra se sirve «escanciada», acompañada de platos emblemáticos como la fabada asturiana, rica y contundente. No faltan los cachopos, enormes filetes rellenos de jamón y queso, ni los quesos asturianos, con variedades únicas como el Cabrales. En el centro histórico abundan locales que fusionan cocina tradicional con toques modernos, ofreciendo productos de calidad como pescados del Cantábrico y carnes de la montaña. Para el postre, el carbayón, dulce típico ovetense, es la guinda perfecta para una experiencia gastronómica inolvidable.

Mejores zonas para comer
La oferta gastronómica en Oviedo es muy variada, para todos los gustos y los bolsillos, con cocina tradicional, fusión, internacional y alta cocina. A continuación, vamos a hablaros de alguna de las zonas más populares para comer en Oviedo:
Bulevar de la sidra: situado en la calle Gascona, a pocos pasos del casco histórico, es uno de los lugares más emblemáticos de Oviedo, donde disfrutar de la tradición gastronómica asturiana a buen precio. Esta zona concentra decenas de sidrerías, donde se vive la auténtica experiencia de escanciar sidra, acompañada de platos típicos asturianos, como la fabada, el cachopo, chorizo a la sidra o quesos artesanos.
Casco antiguo: el Casco Antiguo de Oviedo, con sus calles empedradas y su atmósfera histórica, es también un enclave excepcional para saborear la gastronomía local e internacional. Aquí podréis encontrar una excelente variedad de locales: desde sidrerías clásicas y cocina asturiana tradicional, hasta propuestas innovadoras y cocina fusión.
Ruta de los vinos: la ruta de los vinos de Oviedo se concentra en las Calles Manuel Pedregal y Campoamor, cerca de la Calle Uría. Es una zona peatonal con vinotecas, gastrobares y terrazas, donde disfrutar de un buen vino, acompañado de tapas variadas. Un lugar ideal para tomar el aperitivo o una tarde entre amigos.
Teatinos-el Cristo-La Tenderina: si queréis disfrutar de la gastronomía asturiana o de otras opciones culinarias, a un precio más económico y en locales menos saturados y turísticos, lo ideal es dirigirse a alguno de estos barrios, menos céntricos, pero con muchas opciones a elegir, como sidrerías, hamburgueserías, comida mexicana o parrillas. También, cerca de la ciudad, en Colloto o en el monte Naranco, podréis disfrutar de la buena gastronomía, en un ambiente más relajado y rural.

Restaurantes recomendados
Es muy difícil quedarse solo con unos pocos restaurantes, ya que Oviedo tiene una increíble y variada oferta gastronómica, pero vamos a mostraros algunos de los mejor valorados y más populares. Esto es solo una pequeña muestra, el resto os animamos a que los descubráis vosotros.
- Casa Fermín: situado en el casco antiguo, es un restaurante histórico, con cocina asturiana refinada y elegante.
- Cocina Cabal: también dentro del casco antiguo, ofrece alta cocina creativa, con menús degustación premiados.
- Sidrería el Gato Negro: situada en la plaza Trascorrales, esta sidrería tradicional es famosa por sus mariscos, cazuelas y chipirones.
- Ca’suso: en uno de los extremos del casco antiguo, ofrece comida mediterránea con una cuidada presentación y menús degustación.
- Sidrería Alterna: hay dos en Oviedo, una en el centro, en la Calle El Rosal y otra en el barrio de Teatino. Sidrería moderna con cocina asturiana y mediterránea. Destaca por sus carnes y su sidra.
- El loco del pelo rojo: gastrobar situado cerca de la plaza Porlier, con platos originales, fusión creativa y ambiente animado.
- Cocina internacional: si preferís la cocina internacional, una opción es Chibiski, en la plaza del Fontán, de comida mexicana; y Sibuya Urban Sushi Bar, también en el casco antiguo, de cocina japonesa.
Ya a las afueras de Oviedo, no podíamos dejar de recomendaros algunas de las mejores parrillas y restaurantes:
- Restaurante parrilla Los Corzos: si sois amantes de la carne, aquí encontraréis las mejores piezas, seleccionadas con un gusto exquisito y la sabiduría de su dueño. Pero no solo hay carne, tenéis muchas más opciones, y siempre acompañadas de un buen vino.
- Parrilla Buenos Aires: situada en la subida al monte Naranco, aquí podréis disfrutar de una excelente parrilla, con unas espectaculares vistas de Oviedo.
Nuestro recorrido
- Catedral de Oviedo
- Pz. Feijoo y Corrada del Obispo
- Plaza del paraguas y Trascorrales
- Mercado del Fontán
- Plaza de Porlier y Universidad
- Plaza de la Escandalera y Teatro Campoamor
- Calle Uría y Campo de San Francisco
- Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo
- San Julián de los Prados y Fuente de Foncalada
- Monte Naranco y Sagrado Corazón de Jesús