En este post queremos proponeros una bonita ruta costera, ideal para hacer en familia, ya que es muy sencilla y apenas tiene desnivel. Se trata de la ruta de la playa de Porcía a Viavélez, en el concejo asturiano de El Franco. Es lineal, la ida y la vuelta se hace por el mismo sitio, con lo cual se puede empezar por donde más os guste, en la playa de Porcía o en el mirador de Viavélez. Durante el recorrido podréis contemplar acantilados de vértigo, disfrutar de miradores o descubrir el Castro de Cabo Blanco. Y si hace buen tiempo, pegaros un buen baño en la playa. ¿Qué os parece la idea?

Nosotros iniciamos la ruta en la playa de Porcía. Allí podréis dejar el coche sin problema, y en verano también hay un chiringuito, donde podréis tomar algo o comer al finalizar la ruta. El recorrido total son unos 11,5 km, muy fáciles de caminar, pues se hace casi todo por pista y apenas tiene desnivel. Así que si os gusta este bonito paseo, aquí os contamos qué ver y cómo realizar la ruta de la playa de Porcía a Viavélez, en el Franco.
Inicio de la ruta
Como os decíamos anteriormente, el inicio de la ruta se encuentra en la playa de Porcía, una preciosa playa que comparten los concejos asturianos de El Franco y Tapia de Casariego, pues se encuentra justo en el límite entre ambos. En esta playa desemboca el río Porcía, y destaca por los meandros fluviales y los islotes del Boy. Además, es de fácil acceso y cuenta buenos servicios, incluso un chiringuito, y algunas mesas para hacer picnic Nuestro recorrido nos lleva paralelos a la playa, por una pista que comienza con un pequeño desnivel, hasta alcanzar el mirador de la playa de Porcía.



El camino continúa después, ya más llano, por una pista ancha y cómoda de caminar, con unas preciosas vistas de la costa, y de los escarpados acantilados, fruto de miles de años de erosión, que nos dejan unas estampas preciosas.

Mirador de la Atalaya
Uno de los puntos fuertes del recorrido es el mirador de la Atalaya, situado a 1,5 km de la playa de Porcía. Está situado sobre una atalaya natural, de superficie plana, y cuenta con un vértice geodésico. Desde este mirador podemos contemplar las costas asturianas y gallegas. Existen paneles explicativos y hace un par de años se instaló un marco de grandes dimensiones, de color azul, que parece una puerta a otra dimensión.
Para llegar al mirador de la Atalaya hay que apartarse un poco del camino, y recorrer unos pocos metros hasta llegar a su extremo, donde tendremos las mejores vistas.
Estas atalayas, repartidas por toda la costa asturiana, servían antiguamente como lugar desde el que avistar ballenas, en donde se solían encender hogueras para avisar a los pescadores de que se acercaba los cetáceos a la costa.


Después de visitar el mirador de la Atalaya, continuamos ruta, siguiendo la línea de la costa. El tiempo no es muy despejado, pero no hay niebla, y las vistas muy bonitas.




Castro de Cabo Blanco
Aproximadamente 1 km después del mirador de la Atalaya, llegamos al Castro de Cabo Blanco.
Sobre la costa occidental asturiana existe un conjunto notable de asentamientos castreños, que se ubicaban, preferentemente, en penínsulas y frentes de acantilado, en las que contaban con amplio dominio visual, tanto de la costa como de la rasa continental. Estos castros solían estar fuertemente fortificados, y como en el del Cabo Blanco, construían fosos que impedían el ataque de los enemigos, y que muchas veces este era el único acceso por tierra, para llegar al poblado. El castro de Cabo Blanco es uno de los más extensos e importantes de Asturias, y tuvo su origen en la Edad de Hierro, en cuya época se limitaba a la zona del cabo, pero con el tiempo, en la época romana, debió extenderse hacia el interior del continente.
En el Castro de Cabo Blanco se puede contemplar perfectamente las enormes dimensiones del foso construido a la entrada del mismo, cuyas paredes llegan a alcanzar los 4 metros de altura. Del resto de las construcciones no se puede ver nada hoy en día, ya que permanecen enterradas.





Playa de Monellos y de Torbas
Una vez visitado el Castro de Cabo Blanco y de disfrutar de las vistas desde el mirador, seguimos camino, y pegados a la costa y al acantilado, vamos descendiendo un tramo, hasta llegar a unas pequeñas playas, que son en entrante del mar, con el suelo de roca. En una de ellas hay una pequeña construcción, que debió ser un antiguo molino, y que hoy en día está restaurada. Justo al lado hay otra pequeña playa, la de Torbas, y a continuación la preciosa playa de Monellos. Esta última tiene cantos rodados, en la que la mar forma un amplio entrante. Se puede acceder a ella por un camino con algunos tramos de escaleras, aunque nosotros solo la vimos desde arriba. Aunque a la ida el sol no hizo mucho acto de presencia, a la vuelta sí que acabó saliendo, y pudimos sacar alguna foto con mejor luz.


Pequeña zona boscosa y ruinas
Dejamos atrás la zona de playas y acantilados, y nos dirigimos brevemente hacia el interior, llegando a una zona boscosa, salpicada de castaños y otros árboles que dan sombra al camino. Allí nos encontramos con un par de construcciones abandonadas, un secadero y una casa, hechos de piedra.



Un poco más adelante también nos encontramos una fuente de piedra, situada al lado de un riachuelo.

Saliendo de la zona de bosque, ya sin sombra, pasamos delante de una depuradora, la Edar de El Franco. Continuamos por un camino que la bordea por la derecha y que nos conduce al final de nuestro recorrido, el Mirador de Viavélez.

Mirador de Viavélez
Llegamos, por fin, al final de la ruta, un mirador con unas vistas espectaculares del pueblo de Viavélez y de la costa. Aquí hay una pequeña zona de merendero o picnic, y una escultura, denominada «Litoral», obra de Ernesto Knorr.
Viavélez es un pequeña villa marinera, situada en el municipio asturiano de El Franco. En ella se respira tranquilidad, y además de una buena gastronomía, tiene el honor de ser la tierra natal de la famosísima escritora de novela romántica, Corín Tellado, la segunda autora más leída en lengua castellana, después de Cervantes. El puerto de Viavélez, al igual que el de otras muchas poblaciones costeras asturianas, fue un importante puerto ballenero durante muchos siglos, y su astillero tenía fama de construir los bergantines más veloces de la costa asturiana.
Nosotros dimos la vuelta en el mirador, pero desde allí se puede llegar fácilmente y en poco tiempo al puerto de Viavélez, por una pista de hormigón, que forma parte del sendero de gran recorrido, GR E-9, que baja en pronunciado descenso hacia la villa.


Regreso a la playa de Porcía
Aunque nuestra intención era volver por el mismo sitio, a partir de la playa de Monellos decidimos ir hacia el interior, buscando una zona menos expuesta, y más a la sombra, ya que había salido el sol y calentaba con fuerza. Seguimos por unas pistas forestales, ya más resguardados del sol, que nos llevaron un poco más directos de vuelta al punto de partida. El único inconveniente es que tuvimos que caminar un buen tramo por carretera, pero a cambio pudimos conocer el pueblo de Valdepares y su iglesia. La carretera nos condujo justo al mirador de la playa de Porcía, donde retomamos el camino original y regresamos al punto de partida. Una ruta ideal para dar un paseo, y si el tiempo lo permite, acabar con un buen chapuzón.

Nuestra ruta
- Playa de Porcía – Inicio
- Mirador de la playa de Porcía
- Mirador de la Atalaya
- Castro de Cabo Blanco
- Playa de Trobas
- Playa de Monellos
- Bosque y ruinas
- Mirador de Viavélez
Os dejamos el track de la ruta, aunque vosotros podéis hacerla en sentido contrario, de Viavélez a la playa de Porcía, e ir y volver por el mismo sitio. En https://es.wikiloc.com/ tenéis más tracks para que escojáis el que mejor se adapte a vosotros.
Track Wikiloc:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/playa-de-porcia-a-viavelez-148837988
Datos técnicos
- Distancia: 11,56 kilómetros
- Desnivel: 223 metros acumulados
- Velocidad media: 3,9 km/h
- Tiempo total: 3 h y 47 min